En Hoteles Silken te invitamos a descubrir Barcelona desde el paladar. Hemos recorrido las calles buscando los ingredientes, los sabores y los cocineros más auténticos para sugerirte un viaje gastronómico que difícilmente podrás olvidar. Hemos seleccionado bares de toda la vida, restaurantes de reconocidos chefs, cocinas de aquí y del mundo y opciones de precios para todos los bolsillos.
Nos gusta tanto comer y la capital catalana tiene tanto que ofrecer en este terreno que le rendimos homenaje como si se tratase de cualquiera de las obras arquitectónicas de Gaudí. ¡Esperamos que la disfrutes como se merece!
Cocina catalana y local histórico | 4 gats
Uno de los más emblemáticos de Barcelona –si no el que más– es este restaurante inaugurado a finales del siglo XIX que funcionó como refugio de artistas e intelectuales entre los que se contó también Pablo Picasso.
Con una cocina catalana y mediterránea donde no faltan tapas de langostinos o platos como el suquet de pescado y marisco de costa, el verdadero motivo de visitarlo es sin embargo el encanto del local: decoración modernista y música en vivo por las noches.
Tapas de autor | Tickets
Para su cocinero y propietario, Albert Adrià –hermano de Ferran Adrià–, este restaurante a base de tapas no es únicamente una propuesta gastronómica sino una forma de entender la vida a base de buena compañía alrededor de un buen manjar.
Tickets es sinónimo de trabajadas tapas como la concha fina con ponzu de tomate y pepino encurtido o el girasol de alcachofa con tarama y caviar de jengibre pero es también un espectáculo a través de la comida que sintetiza a la perfección el espíritu del Paralelo de antaño.
Oriental | Dos Palillos
Con una estrella Michelin y una herencia Bulli que se desprende de muchos de sus platos, el Dos Palillos fusiona la comida de extremo oriente –principalmente Japón, China y el sudeste asiático– con el estilo más autóctono de la tapa española.
Lo más recomendable es probar el menú degustación en la barra pero los comensales encontrarán también opciones más sencillas como dim sum en la carta. Asia o España, pinzas o palillos, ¡el Dos Palillos logra juntar dos culturas gastronómicas y dejarte con ganas de más!
Hora del brunch | Granja PetitBo
En el local que fuera a principios del siglo XX una vaquería, existe a día de hoy el local que todo hípster anda buscando en una ciudad como Barcelona: estética de mobiliario vintage, productos frescos, pasteles caseros y brunch de la mejor calidad.
Ubicada en el Passeig Sant Joan, cercano al parque de la Ciutadella, la granja ofrece principalmente desayunos combinados con una oferta gastronómica aún limitada. Si consigues una mesa, ¡estarás de suerte!
Con estrella | Disfrutar
Quienes fueron los últimos tres jefes de cocina de El Bulli, Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch, han trasladado parte de sus conocimientos a este restaurante situado delante del mercado del Ninot en el Eixample.
Como no podía ser de otra forma, su menú degustación destila vanguardismo y sabor mediterráneo en cada plato así como una voluntad arriesgada e innovadora que se plasma tanto en la comida como en el diseño interior del local.
Vegetariano | Teresa Carles
Con una mayoría de su clientela no vegetariana, este restaurante ha sabido captar a todo tipo de comensales desde 2011 cuando la chef leridana que da nombre al proyecto empezó a aplicar las técnicas de la cocina vegetariana a la cocina tradicional catalana a base de platos muy saludables y productos de la tierra de la mejor calidad.
Para respetarlo, el restaurante cambia su carta dos veces al año en función de la temporada ofreciendo siempre una sorprendente y moderna cocina vegetariana en un acogedor local del centro de Barcelona.
Las mejores bravas | Bar Tomás
No nos olvidamos de los bares de toda la vida y menos si son tan concurridos como el Tomás de Sarrià, un bar que respira aún el ambiente de las bodegas tradicionales.
Aunque preparan muchas otras especialidades, el verdadero motivo de visitar este bar son sus patatas bravas, un mito (o leyenda) barcelonés que se conforma, tal y como sus propietarios reconocen, de unas patatas irregulares “de cortes hechos a mano”, doradas al “tiempo perfecto de fritura” y bañadas en una salsa alioli tradicional y la salsa roja casera de siempre de la cual nadie sabe la receta.
De bocadillos | Fidel
Han dicho de él que es el mejor bar de bocadillos de la ciudad. Y con razón. Con más de 60 variedades de bocadillos, su interminable carta combina los ingredientes de siempre –pollo, queso, lomo, jamón canario,… – de forma infinita y con gracia con un pan de lo más crujiente.
Sin cobertura y con pocas mesas, este clásico del Raval permite cenar un bocadillo casero por un precio que ronda los 5€. Sólo una recomendación: ¡atentos los intolerantes a la lactosa porque el queso es un ingrediente estrella en la mayoría de sus creaciones!
Si te alojas en cualquiera de los céntricos hoteles Silken en Barcelona, podrás acceder de forma fácil a todos estos restaurantes a pie o en transporte público.